Todo el mundo tiene miedo de algo:
la ablutofofia es el miedo
de lavarse o bañarse.
la ablutofofia es el miedo
de lavarse o bañarse.
Un despertador no es un despertador. Es la señal de que la Sra Knowles iba a entrar en la habitación y obligar a Najwa a ir a la escuela.
La niña, según los médicos y psicólogos, tenía un trastorno algo extraño que la obligaba a ordenar alfabéticamente todas y cada una de las cosas que hacía. Pero eso no es lo más relevante de su historia.
A los seis años de edad, Najwa tuvo un ataque de pánico, con palpitaciones incluidas, después de ver a una cucaracha cruzar la puerta de su casa. Se obsesionó con la idea de que esa criatura le corretearía por la cara mientras dormía. Solo con pensarlo, se desplomó a causa de las náuseas.
Aquel infortunio provocó en Najwa un miedo irracional a cualquier insecto, bichito o animalito que correteara o volara. Cada noche, después de ordenar mentalmente la lista de delegados de Naciones Unidas, rezaba para pasar una noche a salvo antes de meterse en su dosel de mosquitera.
Con los años, el miedo de Najwa se había vuelto más histérico y extremo, hasta que los Knowles ya no pudieron con la situación y la llevaron a un especialista; pero tanto el terapeuta como el hipnotizador creían que el pánico a las cucarachas que sentía la niña se había transformado en una fobia: "entomofobia". Desde luego, darle un nombre al miedo explicaba la excentricidad de la niña de llevar siempre dos aerosoles encima (uno de repuesto por si el otro se terminaba) y el mostrarse reacia a entrar en cualquier lugar que no hubiese sido recientemente fumigado por exterminadores.
Cuando la profesora Copett prohibió a Najwa llevar sus sprays a la escuela, la niña fingió su propio secuestro. Esto provocó que los Knowles, desesperados, apuntaran a Najwa a un programa experimental de erradicación de fobias, cuyos efectos secundarios aún no se conocían, pero que parecía tener buenos resultados. El programa consiguió eliminar la fobia de Najwa a los insectos y demás bichitos, pero inexplicablemente la niña comenzó a sentir un pavor irracional a bañarse y lavarse.