¡Hay que bailar!
Y eso hicimos la mayoría de la pandilla.
Bailar con dragones color dorado.
Noche y día, alimentamos un demonio
por nuestras venas.
Años con la sonrisa muerta en las pupilas
y el corazón desbocado.
Anestesiamos amor y dolor.
La heroína funde tiempo y espacio.
Destruye toda ambición de ser.
Esa es su fuerza.
La heroína tiene un precio.
Hay que pagarlo.
Y eso hicimos la mayoría de la pandilla.
Bailar con dragones color dorado.
Noche y día, alimentamos un demonio
por nuestras venas.
Años con la sonrisa muerta en las pupilas
y el corazón desbocado.
Anestesiamos amor y dolor.
La heroína funde tiempo y espacio.
Destruye toda ambición de ser.
Esa es su fuerza.
La heroína tiene un precio.
Hay que pagarlo.
Alberto García-Alix.